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Pautas para una alimentación segura en personas mayores con disfagia

12 JUNIO 2023

¿Qué es la Disfagia?

Definimos la disfagia como una dificultad en la deglución: una complicación o incomodidad a la hora de mover el bolo alimenticio desde la boca hasta el estómago, lo que impide a la persona tragar con normalidad.

Este síndrome geriátrico afecta a una parte importante de la población anciana (alrededor de un 72%) a causa del deterioro fisiológico y cognitivo propio del envejecimiento, recibiendo el nombre de "Presbifagia". Además, puede ser un síntoma derivado de otras enfermedades neuromusculares y neurodegenerativas (Alzheimer, Parkinson, ELA...) o de un daño cerebral adquirido.

Si observamos que el paciente geriátrico presenta molestias o dificultades a la hora de deglutir líquidos o alimentos, es recomendable tener en cuenta ciertas recomendaciones que ayudarán a facilitar el proceso de alimentación e incrementar la seguridad del mismo. Sin embargo, es de vital importancia que si detectamos dificultades a la hora de alimentarse en una persona mayor, debemos acudir a un profesional experto en disfagia para realice una valoración y lleve a cabo el trabajo de rehabilitación pertinente, añadiendo las maniobras, consejos y recomendaciones propias para cada caso individual.

Los profesionales encargados del problema instruirán a la familia y al cuidador para que la alimentación sea eficaz y segura, y pautarán los alimentos indicados en función de sus necesidades.

A continuación, explicamos algunas recomendaciones generales que podremos seguir a la hora de las comidas:

  • 1. Detectar si el paciente se encuentra despierto, relajado y dispuesto a comenzar a comer. Si es capaz de alimentarse por sí mismo y esto no intercede en la seguridad de la deglución, permitiremos que mantenga toda la independencia posible.
  • 2. Observar si el lugar donde se lleve a cabo la alimentación se trata de un espacio sin distracciones: estímulos sonoros mínimos, sin presencia de otras personas, un lugar tranquilo.
  • 3. Revisar que el paciente ha de mantener una postura adecuada (se encontrará a 70-90º) para favorecer la entrada del alimento, tanto si se encuentra sentado como si es un paciente encamado (en este caso, nos ayudaremos de una cama reclinable o de cojines y almohadas, para garantizar este ángulo).
  • 4. El cuidador que lleve a cabo el proceso de alimentación o de ayuda también siga las siguientes pautas: colocarse sentado, algo más abajo que el paciente (si es posible), ya que si se encuentra de pie junto al paciente, fomentará la hiperextensión cervical del mismo, provocando riesgo de atragantamiento.
  • 5. Tener paciencia, para que la persona se encuentre tranquila y coma sin prisas, esperando el tiempo que sea necesaria en cada cucharada y se sienta relajado durante el proceso.

¿Tu familiar padece disfagia y las comidas se convierten en toda una odisea? No te preocupes, en Centro Luria, nuestro equipo de profesionales expertos en Logopedia te ayudará a través de un tratamiento personalizado, a conseguir que el momento de la comida sea el mejor del día. ¡Pide tu primera cita gratuita!